Publicado Por : Pipediatra martes, 3 de enero de 2017

Pipediatra es un blog de pediatría para padres de familia y personal de la salud, también es una cuenta de Twitter, un grupo y una página de facebook, un canal de youtube, una cuenta de instagram y de snapchat, tiene WhatsApp y también soy yo: Felipe Palacio, un hombre que vive en Colombia, que tiene su vida personal, con aciertos y errores, alegrías y tristezas y éxitos y dificultades. Pero ante todo soy un ser humano que tiene la particularidad de ser médico pediatra y eso conlleva unas responsabilidades éticas en el manejo de las redes sociales que me gustaría que ustedes conocieran y entendieran, por ejemplo, el por qué no se deben formular medicamentos o hacer diagnósticos a través de estas redes sociales. 


Les comparto partes de un artículo realizado por Rodrigo Pérez Ortega y publicado en Medscape (link: http://espanol.medscape.com/features/diapositivas/59000045?src=mkm_latmkt_161223_mscmrk_didyouknowdec_nl&impID=1259699 )
Es muy interesante y abarca muchos de los dilemas éticos de la práctica de la medicina en redes sociales.

Alrededor del 76% de los usuarios de internet utilizan algún tipo de red social. En el caso de Latinoamérica, el porcentaje es más alto: 82%. Entre ellos, una gran cantidad de médicos. Debido a que existe una fina línea entre el uso personal y el profesional de las redes sociales, los profesionistas de la salud podrían no tener en cuenta cuestiones éticas y legales del contenido que publican en sus cuentas personales de redes sociales.
En la mayoría de los países hispanohablantes no existe ningún tipo de regulación estipulada sobre el uso de celulares y/o cámaras fotográficas en los hospitales y tampoco sobre los procedimientos para obtener consentimiento de los pacientes para compartir una foto.
Los usuarios de Latinoamérica dedican 8,67 horas en promedio al día a las redes sociales, cifra por encima de Europa (8,07), América del Norte (6,08) y Asia (2,47). A nivel mundial, México es el país con mayor alcance de redes sociales con 98.2% (número de personas a la que llega el contenido) y Facebook es la red más usada. El alcance es la medida de la influencia de como el contenido se difunde a través de varias redes sociales. Un estudio en 2016 realizado en Colombia, reveló que de 299 estudiantes de medicina, el 98% utilizaba activamente una red social (Facebook, Instagram o Twitter). El 95% de ellos afirmó que publicaba información que podría catalogarse como poco profesional. Además, el 18% confesó haber publicado, por lo menos en un ocasión, una fotografía tomada durante la atención a pacientes.
Las redes sociales se pueden clasificar de varias maneras. En 2011, el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información de España realizó la siguiente clasificación según su finalidad:
  • Redes sociales de ocio: El usuario busca fundamentalmente entretenimiento y mejorar sus relaciones personales a través de la interacción con otros usuarios ya sea mediante comentarios, comunicándose, o bien mediante el intercambio de información ya sea en soporte escrito (ej. Facebook, Twitter) o audiovisual (ej. YouTube, Instagram). Por lo tanto su principal función consiste en potenciar las relaciones personales entre sus miembros.
  • Redes sociales de uso profesional: El usuario busca principalmente promocionarse a nivel profesional, estar al día en su campo o especialidad e incrementar su agenda de contactos profesionales (ej. Linkedin).
Sin embargo, en los tiempos modernos esta clasificación cada vez es más confusa, ya que se los usuarios llegan a utilizar las mismas redes sociales para ambas finalidades.
Debido al alcance de las redes sociales, cada vez es más común que las Instituciones de Salud, Hospitales, Institutos de Investigación y ramas gubernamentales tengan portales en diversas redes sociales. La actividades de dichas entidades en las redes sociales es la de difundir información, crear eventos y dar información de interés del público en general.
Aunque muchas veces los contenidos son diferentes para cada entidad, en el caso de las Instituciones de Salud, el objetivo principal es el de acercar a los ciudadanos a una mejor salud al facilitar una vía de comunicación. Estos sitios son verificados por las redes sociales para corroborar la autenticidad de las mismas y así resulta más fácil y rápido mandar un tweet o un mensaje en Facebook a una Institución para solicitar información o resolver una duda.
Ya sea como Institución de Salud, o como profesional de la salud, una de las oportunidades que presentan las redes sociales es la de divulgación.
Sin embargo, debido a la libre expresión, fundamento básico de los ciberespacios, abunda la información falsa y las personas que expresan una opinión sin fundamentos. Es muy común que existan grupos con una presencia importante en redes sociales que tienen intereses particulares que no siempre son los mejores o que sencillamente no se basan en contenido científico basado en evidencia. Tal es el caso de movimientos anti-vacunas y grupos anti-transgénicos.
Así, uno de los usos importantes que se le puede dar a las redes sociales como profesional de a salud es el proporcionar información correcta con bases científicas y referir a los usuarios a información correcta en caso de encontrarse frente a comentarios que pueden causar daño a los pacientes.
Este tipo de plataformas resulta muy importante para pedir opiniones en casos difíciles de pacientes, pero de igual manera son importantes para la discusión de problemas laborales y procurar su resolución.
Por otro lado, este tipo de comunidades virtuales resulta muy benéfico para los médicos, ya que cada uno se puede relacionar con otros colegas y se forma un sentido de unión importante, ya que todos entienden las dificultades y alegrías de la profesión. Además estos espacios proveen de una plataforma de desahogo y entendimiento que previenen un desgaste emocional significativo.
Es común que los doctores compartan fotos y videos por email o por mensaje de texto. Ya sea por ocio o para pedir apoyo en casos particulares.
Debido a que ha habido casos de malas prácticas en el uso de las redes sociales por parte de los profesionales médicos, varias instituciones y expertos han emitido recomendaciones con el fin de evitar estos episodios que pueden perjudicar de manera significante la carrera de los profesionales y las instituciones, al igual que perjudicar a los pacientes. En español, se destaca el Manual de estilo para médicos y estudiantes de Medicina sobre el buen usode redes sociales, publicado en el 2014 por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España. Pipediatra les recomienda leer este libro y lo pueden descargar haciendo clic sobre el nombre subrayado.
Los aspectos éticos y legales del Acto Médico se deben respetar en cualquier instancia, incluso en los espacios virtuales. Algunos de los aspectos que son estipulados en los manuales de uso de las redes sociales incluyen la confidencialidad de los pacientes, la imagen profesional, la publicidad y los contenidos responsables.

Confidencialidad al compartir imágenes

En las consultas, muchas veces se ven casos inéditos o interesantes que son dignos de difundir entre la comunidad médica. En estos casos, la difusión de material fotográfico es válido, siempre y cuando se mantenga la confidencialidad del paciente. Es importante editar las imágenes para borrar o difuminar el rosto, en caso de que se encuentre dentro de la foto, así como cualquier información, seña o rasgo, como tatuajes, que puedan identificar al paciente e institución. Es importante también contar con el consentimiento del paciente o de la persona responsable. En el caso del consejo a otros especialistas, es igual de importante mantener la confidencialidad y es recomendable utilizar plataformas privadas como el correo electrónico en lugar de redes sociales.
También es responsabilidad del médico hacer una descripción sensible del caso, evitando la morbosidad y el sensacionalismo, al igual que las burlas. La consecuencias de violar la confidencialidad de un paciente y el secreto médico, al igual que burlarse de su situación, son graves. Éstas pueden ser desde la pérdida de confianza, hasta el despido y demandas legales. Es importante recalcar que aunque una vez subida una imagen, el daño ya está hecho aunque se retire el material posteriormente.

Imagen profesional

Cuando un médico utiliza una red social, es usual que suba imágenes o estados relacionados con la profesión, ya que es una parte de su persona y sus actividades del día a día. Al presentarse como médico a la sociedad virtual se debe de mantener la imagen profesional. Es por eso que se debe de considerar el tipo de contenido que se sube a la red. Actualmente, los estudiantes de medicina más jóvenes, aunque no todos, están acostumbrados a subir contenido social a las redes sociales, como fotos de fiestas, en donde se evidencia el uso de substancias alcohólicas o material sexual. De igual manera, es normal que se emitan comentarios que incluyen lenguaje inapropiado, comentarios racistas u ofensivos. Aún cuando se use una red social para mantener el contacto con amigos y familia o por mero ocio, es importante mantener un comportamiento de acuerdo a el profesionalismo y la ética médica.
Una opción viable es contar con un perfil puramente profesional en una red social como Twitter, mientras que en en otra red, como Facebook, se cuenta con un perfil puramente personal. Así, se puede entablar una relación sana con los pacientes, sin necesidad de mezclar ambas audiencias. Sin embargo, el tener dos cuentas separadas no exime de la responsabilidad de respetar el profesionalismo médico.

Contenidos responsables

Cada vez es más común que los médicos mantengan un blog personal, o tengan una presencia importante en internet y en redes sociales. Así, hay que dejar claro que los comentarios y opiniones que se emitan son personales y no de alguna asociación, hospital o empresa que el médico represente. De igual manera, siempre hay que tener un nivel de calidad alto para los contenidos que se lleguen a publicar, para mantener una buena reputación y garantizar una veracidad de acuerdo a la ética médica. También es importante que si se llega a encontrar algún contenido falso o engañoso que ponga en peligro la salud y bienestar del público en general, se denuncie inmediatamente.
Sin duda, las redes sociales también representan una herramienta invaluable para la promoción profesional. Es usual que los médicos busquen darse a conocer para atraer a nuevos pacientes. Es responsabilidad de cada uno, presentarse de forma clara y objetiva. También, en el caso de que se cuente con un patrocinio de una empresa farmacéutica o se trabaje para una empresa en particular, hay que dejarlo claro, para presentar información veraz y transparente. De igual manera, si se va a publicitar algún producto en especial, hay que hacerlo forma responsable.

Relación médico-paciente

Siempre hay que tener cuidado en la relación médico-paciente en el espacio virtual. Cuando se utiliza una red social para el uso personal, es recomendable no aceptar invitaciones de pacientes, ya que puede afectar la relación profesional que se tiene. Es importante reconocer dónde yacen los límites de las relaciones personales y profesionales.
De igual manera, como se ha expuesto anteriormente, si es benéfica la interacción virtual con el paciente, se puede optar por mantener un perfil puramente profesional con el que se comunique con el paciente.

Conclusiones

Las redes sociales son una herramienta muy importante en la vida del profesional médico. Sin embargo, es importante que se consideren las implicaciones éticas de su uso. Aún cuando no existan regulaciones legales, sobre todo en Latinoamérica, siempre se tiene que tener una responsabilidad y congruencia profesionales del contenido que se comparta.
Las redes sociales resultan invaluables para la formación de comunidades virtuales,locales y globales, la actualización médica y la interacción entre colegas. No obstante, siempre hay que tener en cuenta el respeto a la privacidad de los pacientes, mantener un lenguaje apropiado y de acuerdo a la profesión. De igual manera, siempre hay que recordar que absolutamente todo lo que se publica puede ser visto por otras personas.

Debido a que la mayoría de los usuarios de las redes sociales son los más jóvenes, desde estudiantes de primer año hasta residentes, es muy recomendable que se incluya un tipo de manual, guía o recomendaciones en los esquemas curriculares para procurar un uso responsable de las redes sociales por parte de los profesionales médicos.

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