Publicado Por : Pipediatra
martes, 26 de enero de 2016
Esta enfermedad es causada por un virus del género Flavivirus transmitido por mosquitos del género Aedes.
Los pacientes con enfermedad por el virus
de Zika suelen presentar fiebre no muy elevada, exantema y conjuntivitis,
síntomas que suelen durar entre 2 y 7 días.
Por el momento no hay vacunas ni
tratamientos específicos para esta enfermedad.
La mejor forma de prevenirla consiste en
la protección frente a las picaduras de los mosquitos.
Se sabe que el virus circula en África,
las Américas, Asia y el Pacífico.
El virus de Zika es un virus emergente
transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en Uganda, en 1947
en macacos de la India a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla
selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y
la República Unida de Tanzanía. Se han registrado brotes de enfermedad por este
virus en África, las Américas, Asia y el Pacífico.
El periodo de incubación (tiempo
transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) de la
enfermedad por el virus de Zika no está claro, pero probablemente sea de pocos
días. Los síntomas son similares a los de otras infecciones por arbovirus,
entre ellas el dengue, y consisten en fiebre, erupciones maculopapulares,
conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas; suelen durar entre 2
y 7 días.
Recientemente, en el Brasil,
las autoridades sanitarias locales han observado un aumento de las infecciones
por este virus en la población general, así como un aumento de los recién
nacidos con microcefalia en el nordeste del país.
Los organismos que están investigando
estos brotes están encontrando pruebas cada vez más numerosas de una relación
entre el virus de Zika y la microcefalia, aunque son necesarias más
investigaciones para entender esa relación. Asimismo, se están investigando
otras causas posibles. Sin embargo, el riesgo existe, así que se ha recomendado a la población, si es posible, no viajar a las zonas donde el mosquito habita (Por lo general menos de 1500 metros de altitud) y planificar los embarazos.
Si se está embarazada y tiene síntomas compatibles, debe asistir al servicio de urgencias.
Transmisión
El virus de Zika se transmite a las
personas a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, y
sobre todo de Aedes aegypti en las regiones tropicales. Este mosquito es el
mismo que transmite el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.
Más de 13 países de las
Américas han notificado infecciones esporádicas por el virus de Zika, lo cual
indica que este está teniendo una rápida expansión geográfica.
Diagnóstico
El virus de Zika se diagnostica mediante
PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real y aislamiento en
muestras de sangre. El diagnóstico serológico puede resultar difícil, y el
virus puede presentar reacciones cruzadas con otros flavivirus, como los virus
del dengue, del Nilo Occidental y de la fiebre amarilla.
Prevención
Los mosquitos y sus lugares de cría
suponen un importante factor de riesgo de infección por el virus de Zika. La
prevención y el control dependen de la reducción del número de mosquitos a
través de la reducción de sus fuentes (eliminación y modificación de los
lugares de cría) y de la disminución de los contactos entre los mosquitos y las
personas.
Para ello se pueden utilizar repelentes
de insectos, ropas (preferentemente de colores claros) que cubran el cuerpo
tanto como sea posible, barreras físicas como mosquiteros o el cierre de
puertas y ventanas, y mosquiteros de cama.
También es importante vaciar, limpiar o
cubrir los utensilios que puedan acumular agua, como cubos, macetas o
neumáticos, eliminando así lugares de cría de mosquitos.
Hay que prestar especial atención y ayuda
a quienes no pueden protegerse adecuadamente por si solos, como los niños, los
enfermos o los ancianos.
Los viajeros deben adoptar las
precauciones básicas descritas anteriormente para protegerse de las picaduras de
mosquitos.
Tratamiento
La enfermedad por el virus de Zika suele
ser relativamente leve y no necesita tratamiento específico. Los pacientes
deben estar en reposo, beber líquidos suficientes y tomar analgésicos comunes
para el dolor como acetaminofén (paracetamol). Si los síntomas empeoran deben consultar al médico mediante consulta prioritaria (no por urgencias).
Tomado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/zika/es/
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