Publicado Por : Pipediatra
martes, 4 de abril de 2017
Cuando existe una separación o divorcio en una pareja que tienen hijos, éstos por sobradas razones se ven muy afectados.
Les dejo a continuación un artículo tomado de la revista Crianza & Salud de la Sociedad Colombiana de Pediatría.
EL DIVORCIO Y LOS NIÑOS
Cada año, millones de niños
experimentan el divorcio de sus padres. Puesto que el divorcio promedio ocurre
durante los primeros siete años de matrimonio, muchos de esos niños aún son muy
pequeños. Para muchos de ellos, el divorcio puede ser tan difícil como la
muerte de uno de sus padres. Necesitan orientación, paciencia y amor de parte
de ambos padres para salir adelante.
El niño es lo
primero
La manera en que un divorcio afecta
la vida de su hijo depende en gran parte de cómo se traten usted y su cónyuge antes,
durante y después del divorcio. Los padres deben trabajar en conjunto para que
la transición sea lo más fácil posible. Aunque el matrimonio haya terminado, su
función como padre continúa. Deje a un lado sus diferencias y ponga los
intereses del niño por delante. Estas son algunas sugerencias:
·
Nunca obligue a su hijo a tomar partido por uno de los dos. Todo niño
siente lealtad hacia ambos padres
·
No involucre a su hijo en peleas entre usted y su cónyuge.
·
No se critiquen mutuamente en frente del niño o cuando pueda oírlos. Si
esto llega a ocurrir, explíquele al niño que, cuando las personas se enojan, a
veces dicen cosas que lastiman.
·
Hable de sus problemas y sentimientos con el otro padre de su hijo en un
lugar y en un momento en que el niño no pueda oírlos.
·
Evite pelearse en frente del niño.
Ayude al niño a
adaptarse
Como padre, hay muchas cosas que
usted puede hacer para ayudarle a su hijo a adaptarse a los cambios que vive su
familia.
Hable con su hijo a
tiempo y con frecuencia
Cuanto más pronto le cuente al niño
lo que está pasando y cuanto más hable con el pequeño, mejor se sentirá él. Así
mismo, permítale al niño expresar sus temores, preocupaciones y sentimientos.
Esto puede ayudarle a sentirse seguro y especial. Al hablar con su hijo acerca
del divorcio, siga estas pautas:
·
Sea completamente franco y abierto acerca de lo que está pasando. Hable
acerca del divorcio en términos Por ejemplo: “Tu papá y yo no nos estamos
llevando bien”, o “tu mamá y yo creemos que debemos separarnos”.
·
Cerciórese de que el niño sepa que el divorcio no es su culpa. Además,
dígale que él no puede arreglar el problema o hacer que los dos permanezcan
juntos. Asegúrele al niño que lo ama y que no lo abandonará.
·
Trate de no culpar a su excónyuge o demostrar furia. Explíquele al niño
que los padres a veces necesitan vivir por separado.
·
Sea paciente con las preguntas. Usted no necesita tener todas las
respuestas. A veces es más provechoso limitarse a escuchar con atención a su
hijo que hablar. Estas son algunas preguntas que su hijo podría hacerle:
·
¿Por qué se van a divorciar?
·
¿Algún día volverán a vivir juntos?
·
¿En dónde voy a vivir yo?
·
¿Tendremos que mudarnos?
·
¿Tendré que cambiar de escuela?
·
¿El divorcio es por mi culpa?
·
¿Cada cuánto veré a papá/mamá?
Asegúrele al niño que no corre
peligro y que es amado. Si es necesario, no dude en buscar ayuda de su pediatra
o consejero familiar.
Cómo reaccionan los
niños al divorcio
La reacción de un niño al divorcio
varía dependiendo de su edad, sexo, temperamento, experiencias pasadas y el
apoyo que reciba. Estas son algunas reacciones normales que podría tener su
hijo. Si cualquiera de estos comportamientos se vuelve excesivo, hable con su
pediatra.
Los niños en edad
preescolar podrían:
·
Estar tristes.
·
Sentir temor hacia los demás.
·
Negarse a separarse de uno de sus padres.
·
Tener problemas de alimentación o de sueño.
·
Tener dificultad con el entrenamiento de ir al baño.
·
Tener rabietas o pataletas.
·
Asumir una actitud de “bebé”.
·
Culparse a sí mismo por el divorcio, especialmente si el niño tiene
entre 3 y 5 años de edad.
Los niños en edad
escolar podrían:
·
Estar de mal humor o enojados.
·
Tener problemas de alimentación o de sueño.
·
Mostrarse ensimismados y alejados.
·
Disminuir el rendimiento escolar.
·
Tener rabietas.
·
Regresar a conductas más inmaduras.
·
Mostar más agresividad o enojo.
·
Expresar su tristeza y el deseo de que sus padres vuelvan a estar
juntos.
Los adolescentes
podrían:
·
Preocuparse de ser la causa del divorcio.
·
Retraerse emocionalmente de la familia o los amigos.
·
Asumir una actitud de agresividad o enojo.
·
Involucrarse en conductas riesgosas, tales como el sexo o el uso de
drogas.
·
Tratar de asumir una actitud de adultos y hacerse cargo de la familia.
·
Preocuparse de los efectos financieros que el divorcio pueda tener en la
familia.
·
Tener problemas de alimentación y de sueño.
·
Sentirse deprimidos.
Permítale a su niño
ser un niño
Resístase a usar a su hijo como un
reemplazo de su cónyuge. Evite ponerle presión al niño con afirmaciones como:
“ahora tú eres el hombre de la casa”, o “ahora cuento contigo”. Los niños
tienen derecho a disfrutar su niñez y a crecer a un ritmo normal. A medida que
maduran, podrán asumir más responsabilidades y ayudar en la casa. No tenga
demasiadas expectativas antes de tiempo.
Respete la relación
entre su hijo y el otro padre
Es importante que su hijo pueda
demostrarles amor a ambos padres. A menos de que su excónyuge sea una madre o
un padre inepto, procure que sus diferencias no mantengan a su hijo alejado de
él o de ella. Los niños deben tener la oportunidad de pasar tiempo con cada uno
de sus padres sin sentirse culpables. Asegúrele al niño que ambos lo siguen
amando aunque tenga que vivir con uno solo de sus padres a la vez.
Mantenga la rutina
diaria del niño
En la medida de lo posible procure
mantener la rutina diaria, las amistades, la escuela y el ambiente del niño.
Planee un horario regular de comidas, quehaceres y hora de acostarse, de tal
modo que el niño sepa qué le espera cada día. Los padres que viven por separado
deben acordar una serie de normas para ambos hogares. También es muy importante
cumplir la promesa de visitar y pasar tiempo con su hijo. El tener un horario
semanal o mensual rutinario puede ser reconfortante para el niño.
Acerca de la patria
potestad
La patria potestad o custodia del
niño puede convertirse en uno de los asuntos más difíciles en un divorcio.
Hoy en día los padres tienen la opción de coordinar una amplia variedad de acuerdos de patria potestad y visita del menor. La custodia legal permite a uno de los padres compartir decisiones claves, tales como la escuela, el tratamiento médico y la religión del niño.
Hoy en día los padres tienen la opción de coordinar una amplia variedad de acuerdos de patria potestad y visita del menor. La custodia legal permite a uno de los padres compartir decisiones claves, tales como la escuela, el tratamiento médico y la religión del niño.
Aunque las madres siguen teniendo
mayor probabilidad de obtener la custodia de sus hijos, más y más padres están
asumiendo ese rol. A pesar de que no hay pruebas de que alguno de los dos tipos
de custodia sea mejor que la otra, todos los niños necesitan un lugar estable
donde se sientan seguros. Si usted está teniendo desacuerdos sobre la patria
potestad de su hijo, considere la idea de llamar a un mediador que ayude a
resolver el problema.
Recurra a la ayuda
de otras personas
Los niños suelen recurrir a vecinos,
abuelos y amigos para recibir consuelo y atención. Estas relaciones pueden
ofrecerle apoyo y ser muy útiles durante la adaptación del niño al divorcio.
Los maestros o trabajadores sociales de la escuela deben ser notificados del
divorcio de tal modo que puedan informarle de cualquier problema que se
presente en la escuela. También es importante que la escuela de su hijo sepa
con quién comunicarse para obtener un permiso para actividades especiales o en
caso de una emergencia.
El divorcio tampoco suele ser fácil
para los padres. No tema buscar a un consejero si le está costando trabajo
ajustarse a esta situación. Es importante que los padres se mantengan
saludables para que sus hijos puedan recurrir a ellos en un momento tan
difícil.
Existen muchos libros y artículos
informativos acerca del divorcio tanto para los padres como para los niños. Su
pediatra es muy consciente de los efectos que la separación y el divorcio
pueden tener sobre las emociones y el comportamiento de los niños. Este podrá
ayudarle a buscar modos de sobrellevar el estrés que usted y su hijo están
viviendo.
La patria potestad y la custodia son diferentes. En Colombia hasta que un juez de familia no diga lo contrario la custodia de un menor es compartida.