Publicado Por : Pipediatra
martes, 29 de diciembre de 2015
Esta es una preocupación frecuente en los padres de familia.
La mayoría de los niños aprenden a ir al baño antes de los 4 años de edad. Entre un 15 y 30% de los niños de seis
años de edad siguen mojando la cama (lo que también se conoce como enuresis)
una vez al mes, y casi un 4% o más de los niños de 12 años de edad lo hacen
de vez en cuando.
Pueden ser varias las causas por las cuales su hijo puede presentar esta situación:
- Estreñimiento que ocasiona presión sobre la vejiga
- El niño duerme muy profundo y no se despierta cuando tiene la vejiga llena
- Hay historia familiar (alguno de los padres por ejemplo) de personas con la misma situación
- Es una reacción por estrés, algún problema familiar o en la guardería o una enfermedad leve de su hijo
- La vejiga de su hijo es muy pequeña o no tiene el adecuado desarrollo para contener la suficiente cantidad de orina
- Hay algún problema médico subyacente
Qué Hacer?
Primero que todo tranquilizarse y tranquilizar al niño, evitar regañarlos y hacerlos sentir avergonzados, esto es supremamente importante. Se deben tener en cuenta los sentimientos del niño, escucharlo, lo que para nosotros puede ser una situación sin importancia desde nuestro punto de vista de adultos, para ellos puede ser un verdadero problema, por ejemplo: se le perdió un juguete.
La mayoría de los niños mojan la cama
durante la etapa en la que están aprendiendo a ir al baño. Incluso después
de que han permanecido secos de noche por varios días o semanas, es posible
que vuelvan a mojar la cama de noche. Si esto le pasa a su hijo, simplemente
vuelva a ponerle pantaloncitos de entrenamiento en la noche por un tiempo hasta
que esté listo para intentarlo de nuevo.
El problema suele desaparecer a medida
que su hijo crece. Si el niño sigue mojando la cama cuando llega a la edad
escolar, es muy probable que nunca haya desarrollado el control nocturno de la
vejiga.
Si le preocupa que su hijo moje la cama o
si el niño se manifiesta preocupado por esto, hable con el pediatra. Es
posible que el médico le haga las siguientes preguntas:
- ¿Hay un historial familiar de niños que se orinen en la cama?
- ¿Con qué frecuencia y a qué horas orina su hijo de día?
- ¿Ha habido algún cambio en la vida familiar del niño como, por ejemplo, la llegada de un bebé, un divorcio o una mudanza
- ¿Toma su hijo bebidas gaseosas, cafeína, jugos de fruta o mucha agua antes de acostarse?
- ¿Ha habido algo raro en el modo en que su hijo orina o en el aspecto de la orina?
Si su hijo lleva seis meses o más usando
el baño y permaneciendo seco por completo y de repente comienza a mojar la
cama, hable con el pediatra. Esto podría ser un indicio de un problema
médico. Sin embargo, la mayoría de los problemas médicos que hacen que el
niño moje la cama de repente presentan otros signos como los siguientes:
- Cambios en la cantidad o la frecuencia con la que orina el niño durante el día.
- Dolor, ardor o dificultad para orinar.
- Un chorro muy pequeño o angosto de orina o un goteo constante de orina o después de haber orinado.
- Orina turbia o rosada o manchas de sangre en los pantalones interiores.
- Mojarse de día y de noche.
- Cambio repentino de personalidad o de estado de ánimo.
- Falta de control en las deposiciones.
- Orinar a raíz de un esfuerzo (toser, correr o levantar algo).
- Ciertos trastornos en el caminar (problemas al andar que pueden ser indicio de un problema neurológico y subyacente).
- Humedad continua.
Si su hijo presenta cualquiera de estos
signos, es posible que el pediatra quiera examinar los riñones o la vejiga del
niño. Si es necesario, el pediatra lo referirá a un urólogo pediátrico o un nefrólogo pediatra, un
médico especializado en tratar los problemas urinarios de los niños.
Cómo manejar el problema?
Si su hijo moja la cama, tenga en cuenta
los siguientes consejos:
- Tenga una actitud honesta con su hijo sobre lo que está pasando. Hágale saber que no es su culpa y que con el tiempo podrá permanecer seco durante la noche. Dígale a su hijo que a muchos niños les pasa lo mismo, aunque no hablen de eso en la escuela.
- Sea sensible a los sentimientos del niño. Si no hace demasiado énfasis en el problema, es probable que su hijo tampoco se deje afectar.
- Proteja la cama. Hasta que su hijo pueda estar seco de noche, coloque un plástico debajo de las sábanas. Esto evitará que el colchón se moje y huela a orina.
- Deje que su hijo le ayude. Anime al niño a colaborarle a cambiar la ropa de la cama mojada. Esto le enseña lo que es la responsabilidad. También evitará que el niño se sienta avergonzado si el resto de la familia sabe que moja la cama.
- Sin embargo, si el niño lo ve como un castigo, esto no es recomendable.
- Establezca una regla de no burlarse del niño. No permita que otros miembros de la familia, especialmente los hermanos, se burlen de él. Haga énfasis en que no es su culpa.
- Tome ciertas precauciones antes de que el niño se acueste. Pida que use el inodoro y evite que tome grandes cantidades de líquidos antes de acostarse.
- Trate de despertarlo para que use el inodoro (1 ó 2 horas después de que se ha dormido) con el fin de ayudarlo a que permanezca seco el resto de la noche.
Alarmas que detectan la humedad:
Si su hijo aún no es capaz de estar seco
de noche después de haber puesto en práctica estas recomendaciones por un
período de 1 a 3 meses, su pediatra podría recomendarle el uso de una
alarma que detecta la humedad. Cuando la alarma percibe la orina, se acciona
para que el niño se despierte y use el inodoro. Si se usa correctamente,
detectará la humedad de inmediato y hará sonar la alarma. Cerciórese de que
el niño vuelva a colocar la alarma antes de acostarse de nuevo.
Este tipo de alarmas surten efecto entre
un 50 y 70% de los casos. Tienden a ser más efectivas para los niños que
tienen algunas noches secas y cierto control de la vejiga por su cuenta.
Pregunte a su pediatra qué tipo de alarma sería la mejor para su hijo.
Medicamentos:
Existen diversas medicinas para tratar el
problema de la enuresis. En casos muy raros curan el problema, pero pueden
ayudar al niño, especialmente en situaciones sociales, tales como al pasar la
noche fuera de casa. Sin embargo, suelen ser el último recurso y no se
recomiendan para niños menores de cinco años. Además, algunas de estas
medicinas tienen efectos secundarios. El pediatra podrá informarle más acerca
de ellas y decirle si son adecuadas para su hijo.
Cuidado con las “curas”
Hay muchos programas y artefactos de
tratamiento que prometen ser la “cura” para los niños que mojan la cama. Tenga
cuidado, muchos de estos productos hacen falsas promesas y pueden ser muy
costosos. Su pediatra es la mejor fuente de consejo acerca de qué hacer si su
hijo moja la cama. Hable con el pediatra antes de que su hijo inicie cualquier
programa de tratamiento.
Si nada surte efecto. Un pequeño número de niños que mojan
la cama no responde a ningún tratamiento. La buena noticia es que este problema
disminuye a medida que el cuerpo del niño madura. Para cuando llegan a la
adolescencia, casi todos los niños han dejado de hacerlo. Solo 1 de cada 100
adultos moja la cama. Hasta que su hijo supere este problema, necesitará el
apoyo emocional de su familia. También puede ser provechoso el apoyo de un
pediatra o de un profesional de la salud mental.
Parte de este artículo fue tomadode la revista Crianza y Salud de la Sociedad Colombiana de Pediatría ed. 0801
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